En nuestro país, la profesión contable y los entes reguladores, han hecho esfuerzos por profesionalizarse y actualizarse, pero no todos los esfuerzos discurrían en un mismo sentido. Esta situación derivó en esfuerzos inertes y caminos desandados en los últimos años. Sin embargo, hemos alcanzado un hito al respecto, principalmente para las compañías de interés público.
Teniendo en cuenta el aspecto regulatorio existente en nuestro país sobre el Mercado de Valores, hemos realizado una entrevista al experto Waldo Roberto, socio de Deloitte Paraguay, para un mejor entendimiento sobre el tema.
“A pesar de una mirada crítica internacional y una brecha o ’gap’ con relación a los países de la región, se ha avanzado respecto al marco contable de referencia aplicable para compañías paraguayas de interés público”, abrió la entrevista Waldo Roberto.
Contexto y mirada internacional
Waldo, explicó que, en junio de 2006, el Banco Mundial emitió un Informe de Observancia de Normas y Códigos en Paraguay que resaltó que nuestro marco legal es incompleto, fragmentado y poco aplicado para la contabilidad y la auditoría. Fuera de los sectores financiero, cooperativo y de propiedad estatal, no existen normas legalmente sancionadas y no hay mecanismos para hacer cumplir. Además, el Banco Mundial indicaba que las normas contables de la Comisión Nacional de Valores, aunque basadas en normas internacionales, datan de 1992 y no se habían actualizado.
Continuó diciendo que el organismo multilateral también hizo hincapié en la necesidad de una mejora de la calidad de la práctica profesional y la implementación de un régimen de informes financieros de alta calidad, para lo que se requiere esfuerzos coordinados en los ámbitos académico, regulatorio, y de la profesión (contadores y auditores). Las recomendaciones finales invitaban a definir una descripción del marco legal paraguayo para la contabilidad y la auditoría que apunte directamente a la necesidad de reglas claras y comprensivas, con una estructura coherente.
Actualmente, los países de la región han adoptado y definido la normativa contable de uso obligatorio, principalmente con relación a las compañías de interés público y Paraguay es el único país en América del Sur que no posee normas de contabilidad de uso obligatorio y generalizado. Respecto a empresas que operan en el mercado de valores, en Sudamérica se ha llevado a cabo un proceso de convergencia a las Normas Internacionales de Información Financiera (también conocidas por “NIIF” o “IFRS” por sus siglas en inglés) con altos requerimientos de revelación de información sobre los estados financieros que posibiliten la adecuada toma de decisiones, principalmente de los inversores.
Antecedentes de las normas
En este aspecto, afirmó que la profesión contable en Paraguay no ha sido reglamentada, es decir, no existe matrícula ni lineamiento técnico obligatorio para ejercer la profesión. Históricamente, los profesionales contables han desarrollado su labor considerando los lineamientos establecidos en la “Ley del Comerciante” y la “normativa impositiva” vigente, aplicando el criterio que, a su juicio, sea más adecuado para cada circunstancia. La profesión contable paraguaya ha direccionado la práctica al desarrollo y presentación de los estados contables exclusivamente con el objetivo de liquidar los impuestos, olvidando en muchos casos a los demás usuarios de dichos estados contables.
En el ámbito empresarial, los criterios utilizados para la preparación de los estados financieros están sujetos a juicio de cada contador y no a un marco contable de referencia homogéneo y mandatorio que brinde información de alta calidad para la toma de decisiones, evitando la susceptibilidad de manipulación de la información.
Por otra parte, la normativa predominante que la mayoría de las empresas paraguayas aplican para la elaboración de su información contable es la “normativa impositiva” vigente, las cuales consideran lineamientos y criterios que han sido establecidos exclusivamente para la liquidación de impuestos y no contemplan requerimientos o necesidades de información de otros usuarios. Es decir, la preparación de información financiera con fines recaudatorios, dista de convertirse en información de propósito general para cualquier usuario de los estados financieros, ya que posee un fin y usuario específico (Administración Tributaria).
La adopción de un conjunto único de “normas contables” de uso generalizado y obligatorio para nuestro país, fungiría una importante función dentro del entorno empresarial, ya que establecería reglas de valuación y reconocimiento de las operaciones diarias de una entidad, pero fundamentalmente implicaría generar información útil para la toma de decisiones por parte de todos los usuarios.
Analizando las normas vigentes emitidas por la Comisión Nacional de Valores, resulta evidente que se ha hecho un esfuerzo de actualización del marco contable de referencia debido a que, en diciembre de 2019, emitió la Res. CNV 6/2019 donde establece la obligatoriedad de aplicación de las Normas de Información Financiera emitidas por el Consejo de Contadores Públicos del Paraguay a partir del año 2020, probablemente a efectos de ayudar al organismo de control en la aplicación futura de las Normas Internacionales de Información Financiera para aggiornarnos al mismo marco de contable utilizado por las Comisiones de Valores de la mayor parte del globo.
El regulador ya ha dado su primer paso, nos queda ahora alinear esfuerzos y responder a dos grandes interrogantes: ¿cómo debemos reaccionar en la profesión contable? Y ¿quiénes son los responsables de definir el abordaje académico debe implementarse en las universidades para direccionarnos en un mismo objetivo para el país?